La serigrafía sigue siendo una técnica esencial en el mundo industrial actual, debido a su versatilidad y capacidad para adaptarse a una amplia gama de aplicaciones.

La serigrafía es una técnica potente no solo por su simplicidad, sino por su versatilidad ya que es posible imprimir sobre materiales tan diversos, como el vidrio, el metal, la madera, el plástico o el papel. A diferencia de la inyección de tinta, la serigrafía ofrece una mayor variedad de tintas, permitiendo elegir las características específicas que el cliente requiere, como resistencia al calor, agua o ralladuras, según el material.

Además, es ideal para aplicaciones de recubrimiento, como selladores y adhesivos, lo que la hace relevante en procesos industriales que requieren un acabado uniforme en superficies amplias. Esta técnica también es rentable tanto para producciones en pequeñas cantidades como en tiradas largas, gracias a la automatización de los procesos.

En cuanto a las aplicaciones, la serigrafía puede aplicarse en áreas como el etiquetado, paneles de control y decoración de interiores. Incluso en la fabricación de componentes como placas de circuitos impresos y paneles solares, la serigrafía sigue siendo una solución competitiva.

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